Las consecuencias de la privatización

La Junta General de la empresa municipal Agrimusa ha modificado el artículo 3 de sus Estatutos para ampliar su objeto social a la «ejecución, mantenimiento y conservación de infraestructuras y edificios municipales», con el fin de que desde dicha empresa municipal, según Juan Antonio Merino, concejal de Agricultura, se pueda acometer, además del mantenimiento de parques y jardines, la recogida de basura, el mantenimiento de caminos y la limpieza viaria, también la de edificios de propiedad municipal, como la Escuela de Danza o el Centro Educativo Municipal, haciéndola extensiva también a colegios públicos.

Estas labores de limpieza de edificios públicos las realizaban hasta ahora empresas externas mediante adjudicación por concurso. El mismo alcalde actual de Don Benito, José Luis Quintana, resolvió el 23 de diciembre pasado adjudicar la limpieza de los colegios públicos para 2016 a la empresa Soluciones al Bienestar, S.L., por 160.807,79 euros, unos 5.000 euros más en que su antecesor Mariano Gallego lo adjudicó a Clece para 2015. El mismo alcalde actual seguía sin incluir en los contratos más criterio de adjudicación que el del precio más bajo ofertado. Esto venía a significar que ganaba el contrato la empresa que menos pagase a sus empleados, sin consideraciones como las que Izquierda Unida proponía en su programa electoral: cumplimiento de convenios, medidas de conciliación, beneficios sociales, límites a la subrogación.

El cambio de PP por PSOE en el Ayuntamiento no sirvió para que volvieran a los contratos públicos los "varios criterios de adjudicación" que hasta Mariano Gallego llegó a aplicar alguna vez, como por ejemplo en 2011, cuando adjudicó la limpieza a Tersum Servicios Integrales, S.L, la empresa que el 30 de junio ha firmado el contrato de limpieza por 191.083,20 € con otra Administración Pública, la Asamblea de Extremadura.

Esta tímida pseudo-municipalización llega tras año y medio de legislatura sin revertir a prestación pública ningún servicio esencial, lo que hubiera evitado problemas como el de la limpieza de los colegios, cuando los padres tuvieron que levantar la voz contra la suciedad de los baños del Colegio Zurbarán, que quedan impecables tras la limpieza realizada por los trabajadores, pero que durante el día la Dirección del colegio no hace uso, no sabemos si por "orden de arriba" o por dejación de funciones, de la undécima cláusula del pliego de prescripciones técnicas del contrato de limpieza, que obliga a que la empresa disponga de una persona permanentemente localizada las 24 horas del día y con una capacidad de respuesta inferior a 2 horas, se supone que en el caso de que el personal del Colegio no pudiera hacer frente a algún acceso de suciedad significativa sobrevenido o no estuviera entre sus atribuciones. El mismo alcalde utilizó la excusa que le vale para todo, incluso para que la prensa oficial no vuelva a mencionar el tema: acusó a los 139 firmantes de ser parte de una maniobra política.

Con un servicio verdaderamente público habría un personal permanente dedicado a la limpieza de los centros públicos, entre ellos lugares utilizados por los niños durante las horas lectivas.

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