La carrera de otro colocado del PSOE en la gran empresa privada

Liberbank, el grupo creado por Cajastur-Banco CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, prepara un plan de ajuste que incluye el cierre de oficinas en 55 localidades de la región y en las próximas semanas seleccionará a un equipo de agentes que, como franquiciados de Liberbank, desarrollarán un plan de negocio sobre la actividad y los productos que hasta ahora mantenía el banco. Víctor Bravo Cañadas se mantendrá como vicepresidente y consejero ejecutivo de éste. Para ello, y sólo porque la Ley de Cajas impide la compatibilidad, dejará el cargo de presidente de la entidad en la que se transformó Caja Extremadura en 2014. Tras colocar, también en 2009, al presidente de Caja Badajoz, el PSOE propuso el nombramiento de Bravo para presidir Caja Extremadura cuando era gerente del área de Salud de Plasencia, y habiendo sido también director general de Planificación de la Consejería de Economía. Se ve que es un señor con conocimientos variados, los cuales ahora vuelca en dejar sin oficinas bancarias privadas (las públicas ya se las cargó su partido en toda España) a pueblos como Acebo, Villamiel o San Martín de Trevejo, por sólo mencionar la Sierra de Gata. No obstante, hay que decir en descargo de Víctor Bravo que también los ciudadanos de estos pueblos eligen su destino votando a favor de la economía de mercado, que es la que autoriza a Liberbank a tener derecho a hacer lo que hace. En Acebo, el 85,1% votó el 20D a favor de partidos que llaman injerencias a todo lo que sea limitar lo que hacen las empresas (PP, PSOE, Ciudadanos...); en Villamiel, fue el 92,5%, y en San Martín de Trevejo, el 85,4%. El pueblo soberano es el que elige "mercadeo, mercadeo, mercadeo" comicios tras comicios.

Volviendo a cómo metieron a Víctor Bravo en la Caja, sin ser miembro de la Asamblea de ésta, hay que atender al resquicio de las normas electorales que permitían la elección de hasta tres vocales del Consejo de Administración de fuera de la Asamblea de la Caja, siempre y cuando reuniesen "los adecuados requisitos de profesionalidad para ejercer sus funciones, circunstancia que será apreciada por la Consejería de la Junta de Extremadura competente en materia de política financiera".  El PSOE se lo guisa, el PSOE se lo come. Superado el primer escollo de meterlo en el Consejo de Administración, luego éste, en su primera reunión, le votaría para presidir la entidad.

Con Bravo se produjo la transformación del modelo de cajas vinculadas al territorio en entidades financieras como Liberbank. De premio, percibió en 2015 una retribución total de 211.000€, 12.000 más que el ejercicio anterior. Recibió, además, 27.000 acciones de la empresa, con un valor próximo a 19.000€. Si se extingue el contrato en determinadas causas o es despedido de forma improcedente, Bravo recibirá "una indemnización equivalente a una anualidad de su retribución fija" (172.000€ con la cifra de 2015) más otra anualidad por un "pacto de no concurrencia". Sólo en los despidos que están sujetos al Estatuto de los Trabajadores son en los que el PSOE propone recortes. Y cuando otros partidos proponen utilizar lo poco que han dejado de "banca pública" (Caja Rural) para rescatar a la economía social extremeña (Acorex), los que ponían presidentes en las Cajas montan comisiones de investigación para denunciar injerencias: lógica ignorancia de quien cree a pie juntillas en la banca privada y los sueldazos de sus ejecutivos.

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